¿Alguna vez has pensado que gastas mucho dinero en útiles escolares para tu salón? ¿Te pasa que a mitad del año ya no tienes lápices, borradores y mucho menos pegamento? ¿Mandas notas a casa pidiendo útiles escolares en enero y te sientes como si lo hubieras pedido desde un desierto lejano donde nadie te escucha ni te ve? ¡No estás solo! Muchos maestros nos sentimos igual y muchas veces te has dicho a ti mismo ¡basta, no compraré más lápices este año escolar!, después seguramente te surge esta pregunta: ¿Cómo le puedes hacer para mejorar esta situación? A continuación te pasare unos tips para hacer que tus útiles te rindan el doble.
1. Compra tu reserva de materiales SOLO a principio del año escolar:
Todos sabemos que la mejor temporada para abastecernos de útiles escolares es en verano, los precios bajan impresionantemente. En Estados Unidos las tiendas revientan de ofertas durante finales de julio y principios de agosto, es por esta razón que debes comprar tus 100 lápices, tus 20 cajas de crayones y tus 30 cuadernos en esta temporada. ¡Ahorraras bastante! Sin embargo, como lo dice el subtítulo, sugiero que lo hagas SOLO una vez al año como preparación para comenzar tu año escolar, no para abastecer a todos los chiquillos con tu inversión. Un poco más adelante todo tendrá sentido.
2. Has un inventario de los útiles que traen los niños:
Si en tu escuela hacen “La noche de conocer al maestro” o como me referiré a este evento de este punto en adelante, “Meet the Teacher Night” es padrísimo porque muchos papás aprovechan para traer los útiles escolares, ellos te pueden ayudar a poner nombres, números e inclusive te ayudan a guardar las cosas. Es fácil darse cuenta quien trajo las cosas y quién no. En ese momento ellos te dirán si les falta algo o si hay algo que no encontraron. Tú puedes tener una lista de los estudiantes del salón y marcar los estudiantes que ya trajeron sus útiles, a los que faltan les puedes mandar la lista de útiles ese mismo día y pedirle que los traiga el primer día de clases. Los mismos padres se dan cuenta que otros padres han traído sus útiles y mandaran a sus hijos con sus útiles.
Otro método es hacer un inventario de cosa por cosa. Durante “Meet the Teacher Night”, los padres pueden ayudarte a contar sus propios útiles, pero si tienes que hacer el inventario durante la primera semana de clases entonces es importante pedir que los estudiantes traigan sus útiles con su nombre escrito para saber quien trajo cada cosa. A veces traen todo en una bolsa o en una caja, yo inmediatamente le pongo nombre a la bolsa o caja y después cuento el material. Este método es más difícil pero en muchos casos funciona mejor, sobre todo cuando hay escasez de participación de los padres. De esta forma puedes mandar una nota a casa especificando que le falta a cada quien.
3. El material es para el salón, el material se comparte:
Durante mi primer año de maestra no tuve mucho éxito con los materiales, pocos estudiantes trajeron sus cosas, no conté los útiles y lo peor del caso es que se perdían muchas cosas diariamente. Tuve que comprar bastante material. El siguiente año, senté a todos los padres en mi salón el día “Meet the Teacher Night”, y les dije que era imprescindible que cooperaran con los útiles, fui un poco dura y resalté que era su obligación asegurarse que los niños tuvieran el material necesario para aprender, les pedí también que pusieran el nombre a todos los útiles porque cada estudiante usaría solo el material que trajeran al salón. Obviamente, ese año no fui muy popular entre los padres, pero de alguna manera el 90% de mis estudiantes trajo su material a tiempo, otros lo trajeron después y alguno que otro jamás lo trajo. Tuve más control sobre los materiales, pero no quedé satisfecha porque el problema era que si alguien había traído 5 lápices para todo el año, a ese niño le destinaría únicamente 5 lápices, mientras el que trajo 20 pues tendría acceso a mas lápices. Lo mismo sucedió con los cuadernos, los borradores, los pegamentos, las tijeras, etc. Además, el problema se incrementó cuando cambie del esquema independiente o autónomo (self-contained) al departamental o compartido (departamentalized) porque en vez de tener 20 niños, tenía 40 que entraban y salían con sus cajas de lápices, usando el material en 2 diferentes salones (o mejor dicho perdiendo el material en dos diferentes salones); ¡controlar tanto material sinceramente me volvía loca! Me di cuenta que mi súper sistema no funcionaría bajo este esquema. Después de esta dura experiencia, decidí juntar mi reserva de útiles con la de los padres que habían traído los útiles de sus niños y distribuir el material equitativamente con nombres solo en los cuadernos y las carpetas, tenía más sentido y se simplifico mi trabajo; por otro lado, seguí comunicándome con los demás padres que no habían traído sus cosas para buscar soluciones, una de ellas fue permitir que mandaran sus cosas poco a poco. Así pues, aprendí que el material compartido se utiliza mejor.
4. Organiza la distribución del material: El sistema numérico
Compartir el material no fue lo unico que aprendi con mi dura experiencia, tambien aprendi a organizar el material. Para tener un sistema equitativo de distribución del material es importante también hacer responsables a quienes usan el material: los estudiantes. ¿Cómo puedes hacer responsables a los estudiantes por su material si las cosas no tienen su nombre? Si bien, la obvia respuesta es asignarles un número, a continuación voy a explicar lo que me ha funcionado mejor que ningún otro sistema de manejo de material.
Como mencione anteriormente, tengo dos clases con aproximadamente 22 niños en cada una: la A y la B. Eso significa que hay que administrar material para un total de 44 niños, o en el caso de algunos compañeros hasta 66 estudiantes ya que tienen 3 clases en vez de 2. ¡No, no no! No me puedo imaginar a mí misma oyendo la canción “No tengo lápiz” todos los días, especialmente con tanta observación que tenemos últimamente. Bien, para solucionar parte de este problema, decidí administrar 22 cajitas de lápices en vez de 44. Asigné una caja de lápices por escritorio, cada escritorio y cada caja tienen asignado un número, (para efectos de este ejemplo vamos a enfocarnos en el escritorio número 3.) En cada caja de lápices pongo 10 lápices, ½ borrador (corta un borrador a la mitad, agrega una mitad a la caja y guarda la otra mitad), 1 barra de pegamento, 1 caja de crayones y 1 marcador borrable. A todo este material le escribo con marcador permanente el #3. Ahora cada estudiante que se siente en el escritorio #3, tendrá acceso a todo el material que tenga el #3. Es importante asignar un número a cada estudiante también, así sabrán que materiales les corresponden. En otras palabras, tengo un estudiante #3 en la clase A y otro estudiante #3 en la clase B, ambos usan la caja de lápices #3 y se sientan en el escritorio #3. De esta manera es posible compartir el material de forma organizada y si eres como yo que tiene que tener todo bajo control este método te va a gustar.
5. Implementación:
Seguramente estarás pensando que no tengo vida propia porque tengo que ponerle número a todo el material, no te preocupes, otros maestros ya me lo han dicho; sin embargo lo que ellos no saben es que solo invierto algunas horas al principio del año escolar y solo unos cuantos minutos a la semana el resto del año. Esto me da un poco de tiempo extra que enfoco en otros aspectos de mi vida pero esa es otra historia, enfoquémonos en el material.
Lo más difícil va a ser sacar punta a los lápices y ponerles número a todos, pero vale la pena. Utilicé un sacapuntas eléctrico y mi reserva de lápices. Mi reserva es como un préstamo, si les presto a mis estudiantes 100 lápices, entonces al final del año repongo mi reserva con 100 lápices de lo que ellos compartieron con el salón ¿es justo no?, aunque en realidad es un reto acabar el año con 100 lápices ¿cierto? Me gusta dejar lápices extra con punta y más adelante explico un poco por qué. Este año me tomó 3 horas sacar punta y hacer montones de 10 lápices por niño (con distracciones y todo), pero el año pasado invite a una amiga e hicimos todo esto en 1 hora. Una vez que acabes con los lápices, hay que hacer lo mismo con el pegamento, la caja de crayones (no, no le puse número a cada crayón, solo a la caja, estoy un poco loca pero no tanto), el marcador, el medio borrador y claro, las cajas de lápices. Esto te tomará aproximadamente 1 hora más.
El primer día de clases pasas todo el material para que los estudiantes lo pongan en sus cajas, después dedica unos minutos para explicar el sistema de uso. Es importante que expliques que la caja se quedará en el salón, así es, la caja no irá a otros salones, no irá a casa. La caja es del salón y para el salón.
1) Saca punta a todos los lapices |
2) Lapices de reserva listos para empezar. |
3) Usa un marcador permanente para
enumerar los lápices.
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5) Lapices agrupados y listos para
ponerlos en las cajas.
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Asi quedan las cajas con todo numerado |
6. Mantenimiento:
¿Qué pasa si un estudiante pierde un lápiz o el borrador?
En mi salón, se repone el material solo una vez al mes, si el estudiante perdió algo tendrá que esperar hasta final de mes para reemplazar lo que perdió. Esto le enseñará a ser responsable con el material. Además, tiene otros 9 lápices listos para usar y a veces les presto material que guardo aparte llamado “material temporal” el cual tienen que regresarme sin falta al final del día. Otra solución es hacerles que pidan material a un compañero mientras yo les repongo el material.
¿Cada cuando hay que sacar punta?
Cada grupo de escritorios en mi salón tiene un vaso para intercambiar lápices. Los estudiantes dejan ahí los lápices sin punta y al final del día saco punta SOLO a los lápices que estén en cada vaso luego los devuelvo al mismo vaso, los estudiantes se encargan de ponerlos de nuevo en sus cajas usando el número correspondiente.
¿Cómo me aseguro que las cajas tengan el material necesario?
A veces me gusta dar una recompensa a los niños responsables, por ejemplo una vez cada dos meses (este año verificare las cajas con más frecuencia, probablemente cada mes) hago que los niños de cada clase saquen el material de sus cajas y contamos los lápices, el borrador, el pegamento y el marcador. Es posible que muchos niños tengan aún todo su material pero otros no lo tendrán. Los niños que tienen aún todo su material reciben una calcomanía (sticker), a los que no tienen todo el material completo les repongo el material en ese momento, pero es increíble lo que una calcomanía puede hacer, si decides hacer lo mismo notarás que los niños son cada vez más responsables con su propio material.
¿Dónde puedo almacenar las cajas de lápices?
Mis estudiantes tienen una canastita por cada grupo de mesas en donde guardan sus cajitas de lápices antes de salir de mi salón. Pueden dejarla también debajo de sus escritorios o en cualquier sistema de almacenamiento que haya en tu salón. El chiste es, sin duda, que las cajas estén accesibles para todas las clases.
Espero que puedas implementar este sistema o al menos algo parecido, ¡sé que no te arrepentirás!
Pero bueno si has utilizado este sistema, ¿qué esperas? ¡Por favor comparte tus resultados!
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